COVID-19
Actualmente, la humanidad atraviesa una gran crisis sanitaria a causa de una pandemia (Coronavirus), la masiva propagación de este es causa de la irresponsabilidad e ignorancia de las personas. Debido a esta gran alerta, el mundo entero se ha visto obligado a guardar una abstinencia en busca de detener la excesiva expansión de esta enfermedad.
La fatiga, la impaciencia y la ansiedad se han apoderado de las mentes de todos durante dicha abstinencia, el cambio repentino de rutina, ha causado un desorden en la vida de todos ocasionando discordias. El radical cambio ha influenciado de manera negativa las actividades comunes de la vida diaria como estudiar, trabajar, incluso ejercitarse. Aunque se han estado creando alternativas para recuperar la cotidianidad corriente, continua la inconformidad de no hacer estas actividades de la forma dinámica a la que estamos acostumbrados.
Aspectos importantes como la economía se han visto afectados gravemente a causa del confinamiento, la demanda ha aumentado a niveles altísimos, aumentando consecuentemente la oferta y sus precios excesiva y descaradamente. La avaricia y el aprovechamiento de las empresas crece, demostrando su poca empatía ante la situación de las familias, y exponiendo su egoísta individualismo.
Esta pandemia ha enseñado mucho que el dinero no puede comprar las cosas esenciales como la salud, sin embargo, la ambición por este sigue vigente en las personas, pero ¿De ninguna forma podremos aprender que todos somos uno?
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